14/7/15

Maratón #5 - ¿Qué condiciona nuestro amor?

(o qué condiciona nuestra forma de amar y a nuestra forma de relacionarnos)
Foto por Tan Danh desde Pexels
En este artículo encontrarás una definición general del amor. Una teoría de lo que lo condiciona. Y una salida al problema.


1- ¿Qué es el amor y cuál es su naturaleza?
     El amor puede mirarse "como acciones dirigidas hacia otros y basadas en la compasión, o bien como acciones dirigidas hacia otros (o hacia uno mismo) y basadas en el afecto" (E. Fromm, El arte de amar).
   Hay muchas definiciones más del amor, según su tipo y según la mirada. La naturaleza interpersonal del Hombre, se sustenta en la necesidad universal de establecer contacto con otros. Y ese contacto es maduro cuando es mutuo, cuidado, responsable, comprensivo y nos facilita el desarrollo como individuos y como seres sociales. El amor se trata de una actitud que encauza una fuerza constructiva universal.
   Amar, es lo que doy de mí mismo. Es una elección personal, por lo tanto una de las formas de libertad de expresión humana.
   Hay un debate sobre si el amor es incondicional o condicionado. Desde este punto de vista, mi posición es que el amor incondicional es el único que facilita el desarrollo de las personas. Y todo lo que lo condiciona nos limita como individuos y perturba la posibilidad de establecer relaciones maduras.


2- ¿Qué condiciona al amor y a nuestras relaciones?
     Según la teoría de la personalidad del Enfoque Centrado en la Persona de Carl Rogers, en los primeros años de nuestras vidas recibimos (y adoptamos como propios) valores que moldean la forma en que nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás. Y para lograr hacerlo, negamos partes de nuestras experiencias auténticas generando conflictos que crecen como bola de nieve.
   Esto sucede por ejemplo cuando un niño ve un programa de televisión y se pone a bailar y a cantar una canción que le gusta. Entonces es reprimido (aunque sea por algún motivo válido), asi´: "Deja de bailar y de cantar de una vez, los niños buenos obedecen". O Si no te quedas quieto y en silencio (condición) no te voy a querer más. El niño, ante la amenaza de perder el amor de sus padres o seres queridos, reprime su deseo de cantar y de bailar, para no ser considerado malo y así mantener el valor como persona digna de ser amada. Es posible que el niño niegue paulatinamente, sus deseos de bailar y de cantar para no perder el amor de sus seres queridos.
   Existen muchos ejemplos más de cómo se nos condiciona desde temprana edad, a tener que ser de una manera determinada para adquirir el valor suficiente y merecer ser amados. Y esto sucede porque el niño no es capaz de separar sus emociones de sus actos. Viven sus emociones, están unificados en este sentido. Así, nuestra educación está basada en la hipocresía y el chantaje emocional.
   Estos desajustes se evitan, garantizando el amor incondicional al niño (tú vales y mereces ser amado por el sólo hecho de existir), y tenga las emociones que tenga. Distinguiéndolas de sus actos que pueden ser reprimidos por ser inadecuados (como por ejemplo, golpear a otro niño). Si el chico comprende que sus emociones y deseos son válidos y se regulan sólo sus actos, sin mezclar la amenaza de perder el amor, es posible que el niño desarrolle una autoestima adecuada y llegue a una madurez emocional más completa.
   A este mecanismo se lo denomina "condición de valor".
   Y es tan habitual ver esta manera de ser y de relacionarnos, aún personas mayores.
   ¿Por qué resultan perjudiciales las condiciones de valor?
  Porque todos queremos ser amados y valorados positivamente y porque el desarrollo humano depende de la aceptación y la ausencia de juicio contra el valor implícito de las personas.

3- ¿Cómo trabajar nuestras condiciones de valor?
     Aquí podemos tener un gran campo de experiencias asociadas a estas condiciones de valor. Por lo que es una terea caso por caso, actualizarlas. Para saber lo que significa la "actualización" y cómo hacerlo, lee  mi artículo "cómo ser uno mismo".
   Por lo pronto detecta tus propias condiciones de valor. En el plano personal las puedes encontrar cuando te aceptas y te gustas o cuando te rechazas. En el plano de las relaciones, cuando valoras o devalúas a otra persona o cuando le impones condiciones para ser merecedora de tu amor".
   Es fundamental entrenarte en separar las emociones de los actos o de las opiniones de las personas respecto de su valor y del hecho de merecer ser amados.
   Aquí está en juego tu autoestima y la autoestima de los demás que se relacionan contigo. Aquí está en juego la satisfacción natural y universal de nuestras necesidades de ser valorados como personas y de ser amados por lo que somos, no por lo que hacemos.

     ¡Gracias Lucía por tus propuesta para esta Maratón!


¡Extra!

¿Por qué el amor puede obligar?
¡El amor no puede obligar a nada! El amor, ama.


Hay patios en la madrugada 
mucha gente por Paso del Rey 
autos blancos cruzando transmano al Sol 

Estaciones pobladas de pronto 
varios que hablan del nuevo "Austral" 
y la niebla royendo esta suave luz 

¿Por qué tu amor puede obligar?, lo mismo da correr o parar 
yo te sigo casi sin necesidad

Un refugio es lo mejor con el cuerpo de los dos 
Tu llamado no llegó y tu carta se perdió 
hay un "yeti" que despierta en mí 

como un preso voy a ver a través de la pared 
como un perro tengo que mirar 

Y hay fiestas desde todas partes 
yo te busco, hasta en un jacarandá 
y tus ojos tus ojos que caen 
(y me arrastran)

¿Habré perdido la razón, peleando por salvar mi amor? 
¿habré perdido una canción, una canción para existir? 

un refugio es lo mejor amor, con el cuerpo de los dos 
como un preso voy a ver a través de la pared 
como un perro tengo que mirar 

tengo un rito y no un lugar 
tengo un rito y no un lugar 
como un perro tengo que buscar 

¿por qué tu amor puede obligar? me lleva de ciudad en ciudad 
lo mismo en un bosque de arrayanes 
te sigo casi sin necesidad

Mi alimento ya no es tal, Mi alimento ya no es tal 

solo como sobras de tu amor 

y es que odio el aerosol 
que combate tu calor 
como un perro tengo que mirar 

tengo envidia de ese jean 
que te sujeta para sí 
como un perro tengo que reír 

Sólo quiero que me des, 
una cucha de hormigón 
quiero ser un perro en tu jardín 

y es que odio ese sillón que se banca tu tensión 
como un perro tengo que ladrar, ladrar... 
ladrar...

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