22/4/13

Nos cayó una nueva ficha ¿y ahora qué hacemos?

Photo by Alexander Krivitskiy from Pexels
     Muchas veces estamos tras la solución consciente de un problema y cuando nos cae la ficha (cuando percibimos lo que nos pasa y su solución) se nos presentan nuevos interrogantes: ¿cómo realizamos los cambios necesarios?, ¿cómo lo hacemos?

   Los cambios son construcciones nuevas: de estructura de personalidad, de actitudes, modificaciones en la autovaloración (sentimientos hacia nosotros mismos), de incorporación de nuevos conocimientos, de intentar acciones nuevas o  en diferentes direcciones a las que estamos acostumbrados. No siempre que “nos cae la ficha”, tenemos algo “armado” para responder a un nuevo proyecto. Más bien nos estamos “armando” y “desarmando” todo el tiempo, según la dinámica cambiante de la vida.
   Es común y natural que ante una nueva “ficha”,  sintamos una especie de vacío, de tristeza, de impotencia y/o frustración. Esto sucede simplemente porque no estamos preparados estructuralmente para realizarlo. Estamos preparados para ser como veníamos siendo. Por lo que es real que nos sintamos imposibilitados en ese momento. Pero ello no implica que nos juzguemos como   incapaces para realizar el cambio, ya que esta percepción de nosotros mismos es un “Seguro para el fracaso”.
   Una alternativa a esta opción es pensar en este período como en un “proceso de Armarnos, de prepararnos para el cambio”. En vez de poner el foco en la auto-condena, intentar accionar en nuestra propia preparación para el  cambio que sentimos y necesitamos dar.
   Explorar esta “alternativa” de “armarnos” ya es un camino hacia el cambio. Pero, ¿en qué sentido? Es un cambio de actitud. Y el cambio, pasa a ser estructural cuando se afianza. La actitud limitante al sentirnos incapaces, se modifica y la reemplaza una actitud constructiva. Como vemos, los cambios se realizan explorando y modificando, reconociendo lo que nos sucede y nos limita.
   Es por ello que ante un nuevo proyecto, ante el intento de una mejora en nuestras vidas o ante el intento de desarrollar un cambio en general, el primer beneficio lo tendremos al estar atentos a lo que sentimos y cómo nos sentimos. Superando cada límite, uno a uno. Estos límites, junto al descubrimiento de nuestras motivaciones, constituyen el material básico para lograr el cambio que queremos realizar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario